viernes, 18 de febrero de 2011

Al preceder a la alborada
olí tu sueño y vi las nubes
gris oscuro casi negro
sobre amarillo ámbar.
Caí de una nube
a mi cuerpo,
soy el alma de una nube
viajera, oscura , gris, acuosa.

Te busqué en la familiaridad
del olor de tus libros,
horas encerrada en su compañía
papel ya amarillo y polvo
trozos de historias todavía no contadas.
Te estaba esperando,
aunque no siempre supe
que vendrías.